Burgos está a punto de inaugurar una joya en el mundo de la escalada. El rocódromo Skala Roco, con una inversión de 4.5 millones, no solo se erige como uno de los rocódromos más completos de España y del planeta, sino que asoma como el epicentro de competencias internacionales. Sin embargo, su propósito no se limita a los profesionales; pretende ser el corazón del entretenimiento en la provincia y en el norte de España. El 30 de septiembre marcará su apertura, un evento que promete ser inolvidable.
Esta audaz iniciativa empresarial tiene como cerebros a Emilio y Carlos Izquierdo. La semilla de esta idea germinó en una jornada de escalada en Peñahorada, donde todos coincidieron en que Burgos carecía de un rocódromo de alta envergadura. Curiosamente, la provincia ostenta una destacable cantidad de aficionados, con un número de licencias federativas que duplica a los de territorios cercanos. Esto deja claro que el rocódromo tiene un público potencial de escaladores de alto nivel que no se encuentra en otros lugares.
La visión de Emilio y Carlos trasciende atraer a un único perfil. El rocódromo Skala Roco aspira a ser un lugar de entrenamiento para todas las edades, con un enfoque especial en las familias. Sus instalaciones, que abarcan 2000 metros cuadrados, no escatiman en espacios pensados para los más pequeños. Además de la zona de escalada, abrirá sus puertas el restaurante Nudo 8, cuya carta se caracteriza por sus ingredientes saludables.
Rocódromo ubicado en el polígono de Villalonquéjar ya impresiona desde el exterior, pero el momento wow se apodera de uno al entrar. Con muros de hasta 20 metros de altura, este rocódromo es uno de los tres más grandes de España, y está diseñado para las tres disciplinas olímpicas: dificultad, bloque y velocidad.
Más de un centenar de rutas esperan a los escaladores que irán cambiando a diario con la reubicación de presas y volúmenes, presentando nuevos itinerarios tanto para expertos como novatos.
El rocódromo Skala Roco no solo busca cautivar a escaladores fuertes, sino también encender la chispa a los que nunca han visitado un rocódromo.
Además, el recinto cuenta con una terraza interior de más de 200 metros cuadrados donde conviven zonas de boulder y un gimnasio con una amplia gama de máquinas, permitiendo alternar escalada con pesas o sesiones de ‘crossfit’ en un mismo lugar.